La internet
Hace un par de semanas, en el festejo de mis radiantes
79 años, mis hijos y nietos me hicieron un regalo. Rompí los papeles que lo envolvía
(dicen que romperlos trae buena suerte), y me encontré con una caja grande y
pesada, que tenia adentro algo que nunca pensé tener; una computadora portátil.
Era la primera vez que me enfrentaba a una de ellas, y sinceramente, no entendía
absolutamente nada. Le pedí a uno de mis nietos que la prendiera por mí, porque
ni eso sabia hacer. Yo no dejaba de sonreír, siempre me enseñaron que por poco
que me interesara un regalo, debía agradecer el simple hecho de haberlo
recibido. Pero no les voy a mentir, me
preguntaba para que me iba a servir a mí esa computadora. Entre todos me
enseñaron un par de cosas, cómo mover la
flechita (ellos le dicen “maus”, todavía no entiendo por qué), cómo escribir, y
otras cosas mas. Nada que me fuera a ser de mucha utilidad.
El otro día, uno de mis nietos vino a almorzar a casa
y la volvió a prender. Decía que me quería enseñar otra cosa. Yo le seguí la
corriente porque era mi nieto, no porque me interesara. Abrió uno de los simbolitos, a los que él
llama “aplicaciones”, y me empezó a mostrar lo que podía hacer. Me preguntó si
había algo que quisiera saber, lo que fuera. Le dije que andaba necesitando la
receta para hacer un lemon pie, que la había venido buscando hace un tiempo, y
no la encontraba en ningún libro. Escribió en lo que él llama, “el buscador”,
las palabras: “receta, lemon pie”, y enseguida saltaron a la pantalla una gran
cantidad de opciones para seleccionar. No lo podía creer, algo que había
buscado incansablemente durante esa semana, lo encontré escribiendo solo tres
palabras en la computadora. Por primera vez desde que me la habían regalado,
sentía curiosidad por lo que podía llegar a hacer esa maquina. Le pregunté cómo
había hecho eso, me respondió que era gracias a la internet. Por lo que
entendí, la internet son un montón de datos que se transmiten a todas las
computadoras que puedan tener acceso a ella, o por el estilo.
Cuando ya estaba
más que conforme con mi receta, abrió dentro de la “aplicación”, una pantalla
en la que se podían ver videos. Me pidió que le dijera cual era mi banda favorita
de cuando era joven; siempre tuve fascinación por la música de Los TNT, un
grupo de mi Canelones natal . Mi nieto escribió “Los TNT” en la computadora, y
otra vez, apareció una lista de opciones, ahora videos, cuyos títulos eran todas
canciones de este grupo. Seleccionó uno de los videos, y por medio de unos parlantes,
que curiosamente están dentro de la computadora, comencé a escuchar las voces
de esos tres cantantes, que me trasladaron, casi instantáneamente, a mi
juventud, cuando con mis movimientos, rompía la pista del Parque hotel. Incrédula
con la velocidad con que estaba accediendo a gran parte de los recuerdos de una
etapa pasada de mi vida, escuché una y
otra vez esas canciones. Mientras, intentaba darme cuenta como todo eso era
posible; todavía no logro saberlo.
En ese mismo lugar, volví a ver películas
que hace, algo así cómo 50 años, no veía. Lo que atesoraba en gastados y viejos
discos de vinilo y VHS, ahora lo tenia todo adentro de mi computadora. Todo
gracias a la internet.
Mi nieto me dijo, que eso es tan solo una pequeña
parte de lo que puedo encontrar ahí, cómo un 1% de todo internet. Igual a mi con eso me alcanza y me sobra. En estos
días me viene a visitar de vuelta. Me dijo que me iba a enseñar a hacerme algo
que se llama “Feisbuk”, o algo así. Según él, es un lugar donde me puedo volver
a contactar con amigos de mi infancia. Nose, pero creo que se esta burlando de
mi falta experiencia en estos temas. Me parece demasiado para un aparato del
tamaño de una caja de zapatos.
Nilda.
Los TNT: "Eso,eso,eso".
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